La más elemental de las estructuras poéticas, la estrofa binaria por excelencia. Si se acompaña de imágenes, se llama «aleluya»; los valencianos las llaman «aucas».
Los niños, acceden al lenguaje por el furgón de la cola de las palabras, hay que crear cuentos y juegos ecolálicos (debajo de un botón, -tón, -tón, -tón) para estimular el lenguaje y jugar así con las palabras.
Todos estos ejercicios son para entrenar la lengua, los labios… con el objetivo de prepararles para aprender a hablar.
Como dice Federico…
Los infantes viven en el reino de la rima consonante.
Cantar y contarlos para espantar el miedo»
Federico Martín Nebras

MARTINA, -INA, -INA;
SE CLAVA UNA ESPINA

ARIADNA Y SU GARGANTA;
CANTA, CANTA, CANTA

MAIA, -AIA, -AIA;
TIENE UNA MEDALLA

GUILLEM Y SU HERMANA;
TOCAN LA CAMPANA

LUCÍA, -ÍA, -ÍA;
VA A LA CARNICERÍA

ENZO, ENZO, ENZO;
PINTA EN UN LIEZO

MARÍA, -ÍA, -ÍA;
SE MOJÓ CUANDO LLOVÍA

SEBASTIÁN, -ÁN, -ÁN;
COME MAZAPÁN

CARLES, -ARLES, -ARLES;
HABLA PERO NO CHARLES

CLARA, -ARA, -ARA;
SE LAVA LA CARA

ENOL, -OL, -OL;
DESAYUNA EN UN BOL

ÉRIC CON SU NARIZ;
HUELE EL REGALIZ

VICTORIA, -ORIA, -ORIA;
SE SUBE EN LA NORIA

BENJAMÍN, -ÍN, -ÍN;
HUELE A JAZMÍN

TOMÁS, -ÁS, -ÁS;
SIEMPRE QUIERE MÁS

LEONE, -ONE, -ONE;
SE LO QUITA Y SE LO PONE

ALBA, ALBA, ALBA;
NO ESTÁ NADA CALVA.
ADRIANA, -ANA, -ANA;
SE COME UNA MANZANA























































