A cualquier edad hay que luchar por el hacer con fundamentos. Que estos no están en el contenido, sino en el cómo se aborda el contenido; ni están en la forma externa de la cantidad de los conceptos, sino en los rasgos del conocimiento; en la cantidad de su adquisición.
Entonces ¿Qué diríamos de la matemática?
Que la matemática no es el arte de calcular, sino el arte de comprender. Que no se trata de calcular con la mayor precisión en el menor tiempo posible sino de calcular con el mejor entendimiento en el tiempo que marque la capacidad del niño.
Que no se trata de acumular contenidos sino de descubrir conocimientos. Que el pensamiento no actúa con lo que nos han enseñado sino con lo que hemos aprendido; que no se trata, por tanto, de cuantificar la enseñanza sino de cuantificar el aprendizaje.
Que no hay aprendizaje donde no haya desafío, donde el niño no pueda jugar con las respuestas antes de escoger una de ellas, donde no se exprese distintas conjeturas hasta llegar a válidas conclusiones, donde no haya diálogo, ni observación, ni dinámica de relaciones conceptuales, donde no se permita la equivocación, ni la expresión con las propias palabras de las distintas experiencias (…)
Por tanto, los fundamentos de la matemática no son más que los fundamentos del pensamiento, de la observación, de la intuición, de la imaginación y del razonamiento lógico; de la capacidad para establecer relaciones, para inducir, deducir, para aplicar después un significado a una simbología que opera en nuevas creaciones de significado.
Este proyecto tan bonito también lo estamos compartiendo con nuestras familias con las que hemos elaborado en casa un Sol para traer a nuestra escuela.
Estos soles además de traernos «calor» y belleza en el espacio, enriquecen la relación entre nuestra escuela y nuestro hogar, nos ofrecen la posibilidad de comparar distintas cualidades físicas de manera natural y significativa para nosotros: colores, tamaños, formas, longitudes, texturas…
Cada uno de los soles es diferente a los demás…
Tenemos un Sol con el centro de color naranja y los rayos caen hacia abajo, largos, amarillos…
Otro de color amarillo, redondo y sus rayos tienen formas triangulares desiguales entre sí.
Hay Soles que brillan, porque tienen purpurina dorada.
Uno es amarillo y el otro rojo.
Otro es una esfera enorme con rayos alrededor amarillos y naranjas.
También tenemos algunos soles inspirados en obras de arte como el gran Sol amarillo y la esfera solar con reflejos dorados como el fuego.
El Sol. Dalí
Sembrador con sol poniente. Van Gogh.
Este sol tiene sus rayos cortos y redondos y sus colores son amarillo y naranja.
Tenemos un sol ardiente, con una luz que nos muestra su fuego interior de color naranja. Con las persianas bajadas y la luz apagada podemos verlo mucho mejor.
Algunos soles son suaves, otros rugosos… Tocarlos nos encanta.
Casi no podemos coger los más grandes…
Estos soles tienen sus rayos finos y largos de color naranja.
El sol que trajo Maia parecía tener fuego en toda la esfera. Verlo con la luz apagada es increíble. ¡Parece que quema!
Compartir mostrando a nuestros compañeros lo que hacemos nos hace sentir orgullosos.
Las referencias literarias que tenemos en el aula nos ayudan a poder representar el sol en las distintas formas y colores, desde la mirada de artistas reconocidos como John Burningham o Carme Solé ofreciéndonos, entre otras cosas, criterio estético y experiencias relacionadas en el arte.
La composición de una imagen es un rompecabezas que cobra vida cuando pongo la última pieza. Con ella puedo evocar un recuerdo o una historia como los cuentos que me cuenta mi mamá y mi papá, antes de ir a dormir…
La cabra Glotona. Petr Horácek
La pequeña oruga glotona. Eric Carle
La Terra, la Lluna i el Sol. Carme Solé
No olvidamos limpiar el material, ordenarlo de nuevo en su lugar, quitar nuestros baberos, para así, poder volver a empezar.
¿Por qué no empezar preguntando a los niños: qué es el sol? ¿Qué pasaría si desapareciera?
Quizá nos digan que nos da calor, luz…
Y ¿A dónde va el sol todas las noches?
Y ¿Qué nos dice la ciencia? El sol es una estrella, la más cercana a nosotros, la única que podemos observar bien, pero cuidado: ¡te duele los ojos y te quema la piel!
De día la vemos como una bola amarilla “una estrella gigantesca en el cielo”. Pero si la mirásemos desde un Sonda de la NASA, descubriríamos que es muy diferente: llena de manchas oscuras de las que emergen destellos de luz, rodeadas por una corona dorada con llamas de fuego.
¿Y cómo dibujan los niños el sol? Suelen hacer un bonito disco amarillo con rayos… ¿y los artistas?
Roy Lichtenstein nos muestra un disco rojo con largos rayos amarillos que emerge de las nubes con rigor geométrico; Van Gogh, un pequeño sol amarillo hundido en un vórtice de rayas amarillas y azules, y un gran sol amarillo que emerge de un campo de trigo del que explotan rayas amarillas de varios tonos; Joan Miró un gran sol rojo de forma irregular, y Paul Klee un mágico sol redondo que tiñe de rojo el castillo y el pueblo.
Munari, en su hermoso libro “Disegnare il sole”, ofrece numerosos soles creados por niños y artistas. Nos invita a buscar dónde se esconde el sol, buscamos sus colores hasta encontrar el blanco en los días de niebla ¿Y dónde termina cuando entra en las casas?
GIOCARE CON LA NATURA
A lezione da Bruno Munari
Beba Restelli
Desde el aula de 2 años abordamos el proyecto del monográfico «Entre el juego y el fuego» como proyecto interdisciplinar de fomento a la lectura focalizando el trabajo en el astro más conocido y lejano por todos nosotros: El Sol.
–¿Qué es el Sol?
-Está ahí arriba (Tomás)
–¿Te gusta el Sol?¿Por qué?
-Porque me gusta el color amarillo (Enzo)
–¿Para que sirve el Sol?
-Para jugar (Guillem)
-Sirve para ver y hace calorcito (Ariadna)
-Para ponerlo ahí (Clara señalando la página de un libro en la que aparece un sol)
-Y de noche ¿A dónde va el sol?
-Se esconde detrás de las nubes (Enol)
(…)
El sol en nuestros libros fue una búsqueda maravillosa para comenzar este trabajo. Un descubrimiento de tamaños, formas y colores a través de las referencias literarias de nuestra biblioteca de aula.
-Mira Belén este sol y este se parecen mucho (Lucía)
-Sí Lucía, porque los álbumes «La pequeña oruga glotona» y «Los diez patitos de goma» han sido ilustrados por el mismo señor: Eric Carle.
Diferencias, semejanzas, comparaciones entre imágenes y la elección más importante:
¿Qué soles nos gustan más para mirar y dibujar?
En algunas de las ilustraciones de sol que tenemos de referencia en el aula hemos visto que aparecen líneas rectas de los colores: naranja, amarillo e incluso rojo:
-Es el fuego Belén (Maia)
-Pero está dentro de las rayas que hacen calorcito (Ariadna)
-Son rayos no son rayas (Adriana)
Así que decidimos preparar nuestras ventanas para invitar al sol a nuestra aula.
¿Los rayos del sol se pueden ver? hemos descubierto que sí.
Ahora en nuestra «habitación de jugar» se está muy calentito. Todas las mañanas entra el sol, ilumina nuestro espacio poniéndolo más bonito, más brillante… Nos trae colores distintos porque…
La vuelta de las vacaciones navideñas ha sido muy especial. Encontrarnos después de estas semanas llenas de magia ha sido emocionante.
En la escuela encontramos una bienvenida fascinante. Con un grupo de música folk y celta pudimos disfrutar del sonido de la música en directo de instrumentos como el violín, la mandolina y la guitarra. Sonaron canciones de música folk irlandesa y también tocaron adaptaciones de algunas canciones de música popular infantil española como: Estrellita, Un elefante y La Tarara.
Además encontramos la escuela llena de enormes torres de libros que Sus Majestades Los Reyes Magos de Oriente habían dejado tras su paso por la escuela.
¡UN LIBRO PARA CADA UNO DE NOSOTROS!
Así hemos celebrado el día de Reyes en la escuela, el encuentro con maestras y amigos y las ganas de jugar y aprender.
En el aula de 2 años estamos descubriendo nuestro cuerpo. Cómo es (por fuera), que debemos hacer con él y también que podemos elegir hacer.
Una de las experiencias plásticas que hemos hecho ha sido jugar con nuestras manos y con la pintura. Hemos descubierto la huella de nuestra mano y también las de nuestros dedos. Basándonos en el libro «Con los dedos de una mano» de Isidro Ferrer hemos jugado a estampar, hemos dibujado animales y hemos creado juntos pareados y juegos de lenguaje.
Con este trabajo construiremos un libro colectivo muy significativo para nosotros.
Durante la infancia se establecen los hábitos alimentarios que posteriormente serán difíciles de cambiar. Con hábitos adecuados en la alimentación y en el estilo de vida, contribuimos de forma positiva en la construcción y modelado de nuestro cuerpo y en la mejora de nuestra salud, rendimiento físico e intelectual.
El acto de comer es, además de un acto de necesidad vital, un acto social, de juego y aprendizaje en que el niño se comunica con los otros y consigo mismo debiendo estar SIEMPRE activo e inmerso en lo que está haciendo.
Cuando comemos nos estamos relacionando con los alimentos (con su forma, su olor, su textura, su sabor…) y no sólo con los alimentos que comemos sino también con el ambiente que, en el acto de comer nos envuelve (como está puesta la mesa, como se come este alimento ¿Qué hago después?…)
Comer no es sólo alimentar mi cuerpo, es alimentar mi identidad
«¿Me gusta lo que como? «
Es desarrollar mi destreza y mi autonomía (Utilización de utensilios)
Es comunicarme y madurar mi lenguaje «¿Cómo se llama lo que voy a comer?«
Es convivir en sociedad (normas de convivencia)
Es adquirir procedimientos que acentúan la confianza en mí mismo (poner y quitar la mesa)
Es otorgar valor y significado a lo que hago (esto es bueno para mí)
En la escuela el acto de ir a comer es un momento más de aprendizaje inmerso en nuestra rutina diaria. Vemos lo que comemos y siendo conscientes y protagonistas de nuestra alimentación desarrollamos habilidades y generamos hábitos que nos ayudan a ser lo que somos.
Por lo que… ¿Somos lo que comemos?
En nuestro proyecto «Se llama cuerpo» abordamos el acto de comer implicando la conciencia corporal y el juego simbólico. Desde la representación y la manipulación de objetos.
Por que no hay nada mejor que jugar a hacer lo que siempre hacemos.
Durante estas semanas estamos jugando mucho con imágenes que nos representan. Una de ellas es la fotografía de nuestra cara redondita.
Nos miramos y vemos que somos ¿Iguales?
Todos tenemos dos ojos
una nariz
y una boca, pero…
Somos tan diferentes…
Jugamos a vernos y a reconocernos, también a reconocer al otro. Apreciar nuestras diferencias y nuestras semejanzas, nos tocamos y nos cantamos. Jugamos a encontrarnos y a que tú también me encuentres.
Que divertido es verme, que divertido es verte.
VISITA A LA EXPOSICIÓN DE LOS ALUMNOS DE 1º DE PRIMARIA
Como ya sabéis, durante este primer trimestre continuamos descubriendo, como desde que nacimos, nuestro cuerpo.
En el aula de 2 años están pasando muchas cosas. Estamos jugando con las fotografías de nuestra cara y también de acciones corporales y asociando objetos que utilizamos para cuidar, alimentar y en definitiva, usar nuestro cuerpo. Para la mayoría de acciones usamos nuestras manos, una parte de nuestro cuerpo que podríamos comparar con la llave maestra que abre las puertas del aprendizaje.
«El aprendizaje pasa por las manos» decía Wallom-
Y así es, participando de mi propia vida, de mis experiencias más cotidianas es como genero autonomía, planificando como resolver pequeños retos que ocasionan grandes aprendizajes y conforman la red de pensamiento de mi cerebro.
Por eso debemos usar mucho nuestras manos, no olvidar que las tenemos y nos sirven a nosotros mismos. Jugar y jugar con ellas, mirarlas, moverlas, arrugarlas, contar nuestros dedos y concienciarnos de lo bellas e importantes que son.
Aula 2 años
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